Santa Misa Solemne En El Santuario De Valvanera Oficiada Por El Señor Obispo De
Bajo La Mirada Y Protección
De Nuestra Señora De Valvanera Patrona De La Rioja.
El
inicio de su historia nace precisamente en la vida de Nuño, de un héroe, que es
el protagonista de la leyenda, claro está, después de la Virgen. Ese penitente
que nacido en el seno de una buena familia era persona de malas intenciones,
perverso, sedicioso, dedicado al robo, al pillaje y al crimen, acostumbrado a
vivir de los bienes ajenos, en lugar de hacerlo, generándolos con su dedicación
y su trabajo. Pero la gracia divina le hizo que la roca de su corazón se
arrepintiera de toda la crueldad de su pasado, y allá en aquella cueva junto al
pueblo de Anguiano, a orillas del río Najerilla , se le apareció el Ángel,
invitándole a que fuera a Valvanera, a un valle profundo donde debía de
encontrar una imagen de la
Virgen , con rostro gozoso y en un roble, el más alto de
todos, de cuyas raíces brotaría agua abundante y en sus oquedades estaría una
enjambre de abejas. Para nosotros pintado aquel lugar tan preciso y tan claro,
nos es fácil entender que nuestra Patrona, sea fuerte y noble como el roble,
pura y cristalina como el agua y dulce como la miel.
El
camino para llegar al lugar indicado con aquella abundante vegetación y por los
senderos de entonces, sería largo y penoso. Y en aquel estado emocional que tan
bruscamente había cambiado en la vida de Nuño, es de suponer que sentiría un
miedo horrendo, con el añadido de que abundaban toda clase de fieras que devoraban
a ganados y a personas, convirtiéndose estos montes Distercios en el temor de
los habitantes de aquella zona. Nada exageradas parece que puedan ser estas
expresiones, pues así los calificaba el poeta Gonzalo de Berceo: «Ariscos
Montes de mi mal testigos». Otros lo califican como bosque sagrado. Seguramente
que superado ese primer momento antes de iniciar la peregrinación, se llenaría
de gozo, y la emoción que sentiría, nos la podemos imaginar cuando llegó a
aquel santo lugar, donde días antes el Ángel se lo había anunciado. Podremos
tener la certeza de que no se equivocaría en el camino y sería guiado en todo
momento por la inspiración divina. Nuño, ya lleno de fe, se retiró a una cueva,
denominada con su nombre, dedicándose a la vida contemplativa donde murió en
soledad. Domingo el Sacerdote, guiado por unas luces nocturnas que nunca había
visto, lo encontró, y sin que nadie las tocara, las campanas del convento
iniciaron el volteo.
La
devoción a la Virgen
de Valvanera pronto se extendió por toda España e Hispanoamérica, donde tiene
dedicadas varias iglesias, y donde existen cofradías, quizás llevada su imagen
y con ella la devoción en las naves del descubrimiento, y quizás también ahí
tenga su fundamento esa jota que con frecuencia se oye cantar en alguno o en
muchos de nuestros pueblos.
Fue en
las Naves de Colón
Capitana
y Marinera
Y en La Rioja es Reina y Sol
Pero
no todo han sido glorias para el convento de Valvanera. Sufrió también la zarpa
del hombre que dejó su huella imborrable, fue incendiado por las tropas de
Napoleón durante la Guerra
de la Independencia ,
teniendo que ser abandonado por los monjes durante algunos años y calificadas
sus ruinas como «las ruinas de los franceses». Incorporados de nuevo, el
Gobierno de aquel tiempo, conocido por su actuación contra los bienes de la Iglesia como la
'Desamortización de Mendizábal', obligó nuevamente a su abandono al ser
disuelta la comunidad de monjes y vendidos, expropiados o saqueados todos sus
bienes. Los devotos vecinos del pueblo de Brieva (La Rioja ), conscientes de que la Virgen había quedado
abandonada, fueron en peregrinación y la trasladaron a su pueblo, a su iglesia,
donde la entronaron con mucho cariño y donde permaneció durante casi cincuenta
años. El traslado lo hicieron sobre los lomos de una mula propiedad de la
señora Trinidad. Seguramente sería el animal más noble del pueblo para tan
delicada misión. Dice la leyenda que este noble y sufrido animal vivió muchos
años más que los de su misma edad.
En la
actualidad, la cofradía de Valvanera en Barcelona, que ya ha cumplido los
cincuenta años de su fundación, es modelo de devoción a imitar y son frecuentes
las visitas que efectúan al Monasterio. Fruto de esa devoción han solicitado
que la Virgen
de Valvanera sea declarada patrona de la comarca de Castillo de Aro (Gerona),
pues ya en el siglo XVII, se le veneraba y eran conocidos sus milagros en
aquella zona.
Independientemente
de las cofradías, también existe en La
Rioja una asociación Amigos de Valvanera, que tiene la misión
entre otras de promover públicamente, y especialmente en el seno de las
familias, la devoción y el culto a la Santísima Virgen
María, bajo la advocación de Valvanera, favoreciendo la formación cristiana y
humana de los asociados. Asimismo, promover el desarrollo cultural e histórico
de cuanto significa el Monasterio de Valvanera, tanto dentro como fuera de
España, y colaborar a su conservación y mejora material. Sin embargo causa
tristeza que haya algún pueblo en nuestra Rioja que ha dejado de acudir en romería
como lo hacía en otros tiempos. Podemos comprender que razones muy poderosas
deben de tener, pero esas mismas razones tenemos nosotros también para
entristecernos.
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