OH dulce Corazón de María amplia celosía
Que albergas con ternura, la herencia prometida.
Eres primorosa Reina y Madre mía.
La más generosa, humilde y sencilla.
Con tu clemencia intercedes, Madre sin mancilla.
Por tus hijos imploras, al Rey de la Gloria.
Hija del Eterno Padre, morada de Trinidad.
Madre del Verbo Encarnado, fortaleza, en el calvario.
Esposa, del Espíritu Santo, llena de gracia, y dignidad.
Madre de la Iglesia, protectora de la suplica Humana.
Maestra de los Apóstoles, regla, de sencillez y humildad.
OH dulce Corazón de María, amplia celosía.
Que albergas con ternura, la herencia prometida.
Autora: Mercedes Ramos.
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