LA
VISITACIÓN
María presurosa se pone en camino hacia la montaña
Desea ver a su prima Isabel, sentíase emocionada
Su regocijo, de sentirse escogida por Dios, le admiraba,
también le desconcertaba, ella la madre de Dios…
¡OH! Señor, ¿que te ha hecho fijarte en mi pequeñez?
¡OH! Yo sólo pensaba, en ser tu esclava,
y así te amaba.
Desde ahora mi aliento, mi
pensamiento es el tuyo.
Prepárame como desees para este gran portento.
Mi alma se regocija en mi creador, ya divisa la casa de Zacarías.
Isabel, querida prima, ya estoy contigo.
¿Cómo A mi viene a visitarme, la Madre de mi Salvador?
¿Quién soy
yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno.
Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte
del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se
llena de júbilo en Dios, mi salvador porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen.
Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada.
Acordándose de su misericordia vino en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre".
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen.
Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada.
Acordándose de su misericordia vino en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre".
Por: Mercedes Ramos
No hay comentarios:
Publicar un comentario