No había sitio en la posada.
José, con el corazón en un puño clama.
¡OH! Señor, todo poderoso, indícanos el camino;
Para llegar al sitio, donde quieres que nazca tu hijo, y mió;
Para que, nuestro cansancio, se torne en gozo.
Nuestra boca, en alabanzas y regocijo.
María no se queja, ella esta en un dulce éxtasis.
No piensa como será, se abandona a la divina providencia.
Suspirando por su hijo, en un dulce encuentro, se llena de paz.
José, con el corazón en un puño clama.
¡OH! Señor, todo poderoso, indícanos el camino;
Para llegar al sitio, donde quieres que nazca tu hijo, y mió;
Para que, nuestro cansancio, se torne en gozo.
Nuestra boca, en alabanzas y regocijo.
María no se queja, ella esta en un dulce éxtasis.
No piensa como será, se abandona a la divina providencia.
Suspirando por su hijo, en un dulce encuentro, se llena de paz.
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Autora: Mercedes Ramos.
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