El papa Benedicto XVI aterriza en el aeropuerto de Orly, en el sur de París, el 12 de Septiembre de 2008.
El Papa Benedicto XVI, visita por primera vez Francia; para conmemorar la Virgen de Lourdes.
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI cumplirá a partir de hoy su primera visita a Francia para conmemorar las apariciones hace 150 años de la Virgen en Lourdes y abordar importantes temas como la razón y la fe, que hace dos años generaron tensiones con el mundo musulmán.
Benedicto XVI, que permanecerá cuatro días, aceptó la invitación de la Iglesia francesa para presidir las ceremonias organizadas con ocasión del 150º aniversario de las apariciones de Lourdes, en los Pirineos, y por extensión, del Día mundial de los enfermos.
Se trata del décimo viaje al exterior que realiza el Papa alemán desde que fue elegido al trono de Pedro en el 2005.
Durante los cuatro días que permanecerá en Francia, el jefe de la Iglesia católica pronunciará once discursos, homilías y saludos oficiales y sobre todo intentará conquistar el corazón de los franceses, menos entusiastas de su pontificado con respecto a aquel de Juan Pablo II, quien visitó Francia en ocho ocasiones.
"Los franceses tienen una imagen casi caricaturesca de Benedicto XVI. Ahora van a tener la oportunidad de verlo y sentirlo directamente", comentó el cardenal André Vingt-Trois, arzobispo de París.
"Benedicto XVI quiso festejar el aniversario de las apariciones, un momento muy significativo para los católicos de todo el mundo", aseguró por su parte monseñor Pierre Perrier, obispo de Tarbes y Lourdes. (AFP)
Benedicto XVI también ha afirmado que la religión "no es política" y que los cristianos deben colaborar con el Estado, ya que es muy importante en un mundo como el actual secularizado. "Es fundamental que los ciudadanos tengan libertad para vivir la fe y es importante que contribuyan y den testimonios de estos valores (la fe) que son fundamentales para la supervivencia de sociedad y del Estado", ha señalado.
Benedicto XVI dio comienzo hoy a una misa multitudinaria en la explanada de los Inválidos de París, en la segunda jornada de su primera visita papal a Francia.
Más de 200.000 fieles estaban congregados en la plaza y espacios adyacentes, equipados con pantallas gigantes, para asistir a este oficio solemne, que debe durar unas dos horas.
El Sumo Pontífice, que llegó en papamóvil a la explanada pasadas las 09.30 hora local (07.30 GMT) en esta mañana soleada, fue saludando a los asistentes, que le aclamaron y agitaron banderines blancos y amarillos, los colores del Vaticano.
Luego, rodeado de obispos y otros eclesiásticos, fue caminando hasta el altar, montado al fondo de la emblemática plaza parisina. Un coro de dos mil jóvenes interpretaba cánticos, coreados por la multitud. A la derecha del altar, había siete trompetistas y un órgano.
Entre las personalidades instaladas frente a la tribuna papal estaban el primer ministro francés, François Fillon, y su esposa, los líderes de las dos cámaras del Parlamento, varios miembros del Gobierno y la ex Primera Dama Bernadette Chirac.
Entre los asistentes, de todas las edades y procedentes de París y otros lugares de Francia, se veían familias y muchos jóvenes, algunos de los cuales habían pasado parte de la noche en la explanada tras recorrer el "camino de la luz" desde la catedral de Notre Dame.
Muchos voluntarios se encuentran también en la plaza y alrededores para ayudar a canalizar a los fieles. "Nunca he visto algo así en París", dijo a Efe una mujer residente en el distrito XI de la capital francesa.
Explicó que tomó el metro a las seis de la mañana y que ya a esa hora estaba lleno de gente que se dirigía a la explanada de los Inválidos. Joel, que dirige a un grupo de sordomudos de Pontoise (afueras de París), señaló que había salido de casa antes de las cinco de la madrugada para llegar hasta la explanada.
En el marco de las medidas extremas de seguridad adoptadas para esta visita papal a Francia, las estaciones de metro y paradas de autobús cercanas a los Inválidos estaban cerradas hoy, debido a la misa.
Una vez concluido el oficio, el Papa volverá a la sede de la Nunciatura, donde se aloja durante la parte parisina de su visita, para almorzar con su comitiva y los obispos de la región de París.
Está previsto que salga en torno a las cuatro de la tarde (14.00 GMT) hacia el aeropuerto de Orly, camino del santuario mariano de Lourdes (suroeste de Francia), que conmemora el 150 aniversario de las apariciones de la Virgen a Bernadette Soubirous.
En Lourdes, Benedicto XVI recorrerá varias etapas del camino jubileo antes de acudir a la gruta de las apariciones y presidir una procesión con antorchas.
Mañana oficiará la misa dominical solemne, que se preve igualmente multitudinaria, y protagonizará otros actos religiosos. El lunes, antes de emprender viaje de regreso a Roma, visitará a los enfermos, a los que ofrecerá una misa.
El Papa Benedicto XVI, visita por primera vez Francia; para conmemorar la Virgen de Lourdes.
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI cumplirá a partir de hoy su primera visita a Francia para conmemorar las apariciones hace 150 años de la Virgen en Lourdes y abordar importantes temas como la razón y la fe, que hace dos años generaron tensiones con el mundo musulmán.
Benedicto XVI, que permanecerá cuatro días, aceptó la invitación de la Iglesia francesa para presidir las ceremonias organizadas con ocasión del 150º aniversario de las apariciones de Lourdes, en los Pirineos, y por extensión, del Día mundial de los enfermos.
Se trata del décimo viaje al exterior que realiza el Papa alemán desde que fue elegido al trono de Pedro en el 2005.
Durante los cuatro días que permanecerá en Francia, el jefe de la Iglesia católica pronunciará once discursos, homilías y saludos oficiales y sobre todo intentará conquistar el corazón de los franceses, menos entusiastas de su pontificado con respecto a aquel de Juan Pablo II, quien visitó Francia en ocho ocasiones.
"Los franceses tienen una imagen casi caricaturesca de Benedicto XVI. Ahora van a tener la oportunidad de verlo y sentirlo directamente", comentó el cardenal André Vingt-Trois, arzobispo de París.
"Benedicto XVI quiso festejar el aniversario de las apariciones, un momento muy significativo para los católicos de todo el mundo", aseguró por su parte monseñor Pierre Perrier, obispo de Tarbes y Lourdes. (AFP)
Benedicto XVI también ha afirmado que la religión "no es política" y que los cristianos deben colaborar con el Estado, ya que es muy importante en un mundo como el actual secularizado. "Es fundamental que los ciudadanos tengan libertad para vivir la fe y es importante que contribuyan y den testimonios de estos valores (la fe) que son fundamentales para la supervivencia de sociedad y del Estado", ha señalado.
Benedicto XVI dio comienzo hoy a una misa multitudinaria en la explanada de los Inválidos de París, en la segunda jornada de su primera visita papal a Francia.
Más de 200.000 fieles estaban congregados en la plaza y espacios adyacentes, equipados con pantallas gigantes, para asistir a este oficio solemne, que debe durar unas dos horas.
El Sumo Pontífice, que llegó en papamóvil a la explanada pasadas las 09.30 hora local (07.30 GMT) en esta mañana soleada, fue saludando a los asistentes, que le aclamaron y agitaron banderines blancos y amarillos, los colores del Vaticano.
Luego, rodeado de obispos y otros eclesiásticos, fue caminando hasta el altar, montado al fondo de la emblemática plaza parisina. Un coro de dos mil jóvenes interpretaba cánticos, coreados por la multitud. A la derecha del altar, había siete trompetistas y un órgano.
Entre las personalidades instaladas frente a la tribuna papal estaban el primer ministro francés, François Fillon, y su esposa, los líderes de las dos cámaras del Parlamento, varios miembros del Gobierno y la ex Primera Dama Bernadette Chirac.
Entre los asistentes, de todas las edades y procedentes de París y otros lugares de Francia, se veían familias y muchos jóvenes, algunos de los cuales habían pasado parte de la noche en la explanada tras recorrer el "camino de la luz" desde la catedral de Notre Dame.
Muchos voluntarios se encuentran también en la plaza y alrededores para ayudar a canalizar a los fieles. "Nunca he visto algo así en París", dijo a Efe una mujer residente en el distrito XI de la capital francesa.
Explicó que tomó el metro a las seis de la mañana y que ya a esa hora estaba lleno de gente que se dirigía a la explanada de los Inválidos. Joel, que dirige a un grupo de sordomudos de Pontoise (afueras de París), señaló que había salido de casa antes de las cinco de la madrugada para llegar hasta la explanada.
En el marco de las medidas extremas de seguridad adoptadas para esta visita papal a Francia, las estaciones de metro y paradas de autobús cercanas a los Inválidos estaban cerradas hoy, debido a la misa.
Una vez concluido el oficio, el Papa volverá a la sede de la Nunciatura, donde se aloja durante la parte parisina de su visita, para almorzar con su comitiva y los obispos de la región de París.
Está previsto que salga en torno a las cuatro de la tarde (14.00 GMT) hacia el aeropuerto de Orly, camino del santuario mariano de Lourdes (suroeste de Francia), que conmemora el 150 aniversario de las apariciones de la Virgen a Bernadette Soubirous.
En Lourdes, Benedicto XVI recorrerá varias etapas del camino jubileo antes de acudir a la gruta de las apariciones y presidir una procesión con antorchas.
Mañana oficiará la misa dominical solemne, que se preve igualmente multitudinaria, y protagonizará otros actos religiosos. El lunes, antes de emprender viaje de regreso a Roma, visitará a los enfermos, a los que ofrecerá una misa.
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