Virgen
del Carmen, oh Madre mía, me consagro a TI, y confío en tus manos mi existencia
entera. Acepta mi pasado con todo lo que ha sido. Acepta mi presente con todo
lo que es. Acepta mi futuro con todo lo que será. Con esta total consagración
te confío cuanto tengo y cuanto soy, todo lo que he recibido de tu Hijo
Sacratísimo y de tu Esposo Santísimo.
Te
confío mi inteligencia, mi voluntad y mi corazón. Pongo en tus manos mi
libertad, mis ansias y mis temores, mis esperanzas y mis deseos, mis tristezas
y mis alegrías. Cuida de mi vida y todas mis acciones para que sea más fiel al
Señor Trino y Uno, y con tu ayuda alcance la salvación.
Te confío, Oh gran Señora, mi cuerpo y mis sentidos, para que sean puros siempre y me ayuden en el ejercicio de las virtudes.
Te confío mi alma, para que Tú la preserves de las tentaciones del mundo, de la carne, y de Satanás. Hazme participar de una santidad similar a la tuya; vuélveme conforme a Jesucristo, ideal de mi vida.
Te confío mi entusiasmo y el ardor de mi devoción para que me ayudes- a no envejecer en la Fe.
Te confío mi capacidad y ganas de amar como has amado Tú, y como Jesús quiere que se ame.
Te confío mis incertidumbres y mis angustias, para que en tu Corazón encuentre seguridad, sostén y luz en cada instante de mi vida.
Te confío, Oh gran Señora, mi cuerpo y mis sentidos, para que sean puros siempre y me ayuden en el ejercicio de las virtudes.
Te confío mi alma, para que Tú la preserves de las tentaciones del mundo, de la carne, y de Satanás. Hazme participar de una santidad similar a la tuya; vuélveme conforme a Jesucristo, ideal de mi vida.
Te confío mi entusiasmo y el ardor de mi devoción para que me ayudes- a no envejecer en la Fe.
Te confío mi capacidad y ganas de amar como has amado Tú, y como Jesús quiere que se ame.
Te confío mis incertidumbres y mis angustias, para que en tu Corazón encuentre seguridad, sostén y luz en cada instante de mi vida.
Con
esta consagración me empeño en seguir tu vida de humildad, mansedumbre, y
pureza. Acepto las renuncias y los sacrificios que esta elección conlleva y te
prometo con la gracia de Dios y con tu ayuda ser fiel al empeño tomado.
Oh,
Madre de todos los hombres, Soberana de mi vida y de mi conducta, dispón de mí
y de todo lo que pertenece para que camine siempre en el Evangelio bajo tu
guía, oh Estrella del Mar.
Oh Reina del Cielo y de la Tierra, Madre Santísima del Redentor, soy todo (a) tuyo (a), oh Virgen del Carmen, y a Ti quiero unirme ahora y siempre para adorar a Jesucristo, junto a los Ángeles y a los Santos, ahora y por los siglos de los siglos.
Amén.
Oh Reina del Cielo y de la Tierra, Madre Santísima del Redentor, soy todo (a) tuyo (a), oh Virgen del Carmen, y a Ti quiero unirme ahora y siempre para adorar a Jesucristo, junto a los Ángeles y a los Santos, ahora y por los siglos de los siglos.
Amén.
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