

Suavísimo coloquio entre Jesús y Maria; consejos dados a santa Brigida, y cuántos han de aprovechar sus revelaciones.
REVELACIÓN 14
Tu eres Rey de la gloria, dijo la Virgen a su Hijo Jesucristo, tú eres Hijo mío, Señor sobre todos los Señores, tú creaste el cielo y la tierra, y todo lo que hay en ellos. Hágase, pues, todo cuanto deseas, hágase toda tu voluntad. Respondióle Jesucristo: Proverbio antiguo es que lo que se aprende en la juventud, no se olvida en la vejez. Así tú, Madre mía, como desde tan niña aprendiste a hacer mi voluntad y dejar la tuya por mi amor, de ello no te olvidarás jamás, y por eso, dices: Hágase tu voluntad. Eres, querida Madre, como el oro precioso, que se extiende y machaca sobre el duro yunque, porque tú eres afligida en toda las tribulaciones, y la que más padecías en mi Pasión; pues cuando por la vehemencia del dolor mi corazón se partía en la cruz, el tuyo era herido interiormente como con un agudo cuchillo, y de buena gana hubieras querido que te se despedazase, si esta hubiera sido mi voluntad. Y aunque hubieses podido estorbar mi Pasión y salvar mi vida, hubieras preferido conformarte con lo que yo quería, y así has dicho bien: Hágase tu voluntad.
http://www.santabrigidas.com/index.htm
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