
Tienes en tu pecho una rosa florida.
Con gran espina de dolor sufrida.
Suave terciopelo adorna la llaga encendida,
Que en amor se torna, bajo la noche elegida.
Que mi corazón esté siempre unido al tuyo, para que me separe del pecado,
ame más a Dios y al prójimo y alcance la vida eterna juntamente con aquellos que amo.
Autora: Mercedes Ramos.
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