

Nazaret es uno de los lugares de Tierra Santa que se visita con más emoción. Concretamente, la gruta de la Anunciación. Aquí el Verbo se hizo carne, reza una inscripción de la Gruta, con la importancia que el adverbio aquí tiene en Tierra Santa. En el Antiguo Testamento se dan muchos encuentros de Dios con el hombre. En Nazaret se realiza el primer encuentro de Dios con el hombre en el Nuevo Testamento.


Se llama "anunciación" a la visita del Arcángel Gabriel, enviado por Dios a la Virgen María para pedirle que sea la Madre del Verbo por la gracia del Espíritu Santo. Ella, cosciente de su dignidad y al mismo tiempo su pequeñez, consintió entregándose sin reservas a la voluntad de Dios. El "Sí" de María Santísima abre el camino a la Encarnación que ocurre en ese momento. En ese instante el Verbo se hizo carne. Dios eterno vino a habitar en ella asumiendo la naturaleza humana.
Lucas 1, 30-32, 38:
“El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado
Hijo del Altísimo (...). Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tú palabra.”
Celebramos la Anunciación el 25 de Marzo por ser 9 meses antes de la Navidad (Nacimiento del Señor)
María Santísima un 25 de marzo le dijo a Bernardita en Lourdes: "Yo soy la Inmaculada Concepción".
